La gente feliz lee y toma café, de Agnès Martin-Lugand

Fecha de publicación: 05/02/2014
Número de páginas: 200

Sinopsis: Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?

Opinión personal: Hacía unos meses que había leído el título de este libro y como a la mayoría, fue lo primero que atrajo mi atención. Un título atípico y llamativo. Después de meses viéndolo en los escaparates de las librerías y entre los destacados de las tiendas de libros online, me decidí a comenzarlo con muchas ganas. 
Debo confesar que no había leído ni siquiera el argumento, y pasé directamente a zambullirme en la historia para empezar sin ninguna pista previa. Lo cierto es que el primer acercamiento fue positivo; la historia me parecía interesante, y la narración era amena. Comienza narrando los sentimientos que asaltan a Diane tras la muerte de su marido y su hija de forma inesperada, cómo su vida se derrumba después de eso, se encierra en casa y no encuentra la forma de seguir adelante. Explicaba bien los sentimientos pero no se detenía a profundizar demasiado, por lo que supuse que simplemente era para poner al lector en situación y continuar con el grueso de la historia. Mi sorpresa fue ver cómo, a raíz que el libro avanza, las descripciones siguen siendo igual de pobres y que las cosas que empezaron por gustarme acababan desapareciendo para dar lugar a un libro superficial e incluso machista, donde Diane, la esposa destrozada que cambia de aires porque el solo recuerdo de su marido no le deja pasar página, acaba en cuestión de cuatro capítulos arrastrándose detrás de un hombre que ni siquiera sabe tratarla. Y es que toda la narración, desde que se traslada a Irlanda, parece que es otra y también parecen otros sus personajes con unos cambios de personalidad que no pueden comprenderse cuando se producen en tan sólo unas líneas. Y si mientras la historia avanza el sentido parece ir mermando, desaparece del todo a lo largo del último capítulo, para acabar dejándote con un final más que frío y la sensación de haber perdido el tiempo, ya que es más una lectura ligera (o un relato corto demasiado alargado) que la novela revelación que nos han querido vender.

Valoración: 3/10

Primer capítulo aquí.